- Con un fondo de guitarras
- y un repique de palillos,
- sigue cantando sus penas
- esta tierra en que nací.
- Ahora son las sevillanas
- entre falsas alegrías
- las que vende Andalucía
- de Nueva York a París.
- Y vienen para aprenderlas,
- más serios que magistraos,
- banqueros y diputaos,
- señoritos de postín,
- acuden a la academia
- queriendo sacar la gracia
- lo mismito que se saca
- el carné de conducir.
- Y entre sombras y luces de Andalucía,
- tó el papel de la gracia se la vendía.
- Cómo luce y reluce. ¡viva Madrid!,
- a bailar sevillanas de Chamberí
- y a correrse una juerga en la feria de abril.
Estribillo
- Arsa que toma y olé,
- que viva la grasia de mi Andalucía.
- Arsa que toma y olé,
- que ya la primera la tiene aprendía.
- Arsa que toma y olé,
- que ya la segunda la están ensayando.
- Arsa que toma y olé,
- que con la tercé...
- que les vayan dando...
II
- Entre palmas y entre oles,
- alternando en los tablaos,
- con un alfiler clavao
- en mitad del corazón.
- Al compás de un pasodoble,
- cantando por tierra extraña
- la pandereta de España
- buscaba su salvación.
- Pero un día de febrero,
- verdiblanca, la alegría,
- el alma de Andalucía
- de pronto se levantó.
- Y mandó parar la juerga
- con acuse de recibo
- cá mochuelo pá su olivo
- que aquí se acabó el carbón.
- Y cuando más clarito ya lo tenía,
- otra vez la peineta pá Andalucía.
- Cómo luce y reluce. ¡viva Madrid!,
- a bailar sevillanas de Chamberí
- y a correrse una juerga en la feria de abril.
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