Despertad alegres, mis amigos,
olvidad los ruidos que hay,
que la noche se está yendo
y el día vendrá.
Si os dais prisa encontraréis
el desayuno, ya servido está.
Ahora bien, si no llegáis
agua de lluvia habrá.
Si me amenazas prometo escaparme
yo no volvería a hablar.
Son tus palabras puñales, que abrirán
algo muy dentro de mí.
Escuchadme: siempre recto
hay que caminar. Una orden es.
Dos las filas, adelante,
y nada de hablar.
Voy andando y las baldosas
cuento sin parar. Hoy no gritarás,
de rodillas, mi castigo,
deja de llorar por ti.
Si me amenazas prometo escaparme
yo no volvería a hablar.
Son tus palabras puñales, que abrirán
algo muy dentro de mí.
Despertad alegres amigos,
olvidad los ruidos nocturnos.
Si tardáis, ya comeréis
verde pasto y agua de lluvia.
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