lunes, 31 de diciembre de 2012

Canción de Adios

 
should auld acquaintance be forgot,
and never brought to mind?
should auld acquaintance be forgot,
and auld lang syne!
Chorus-for auld lang syne, my dear,
for auld lang syne,
we'll tak a cup o' kindness yet,
for auld lang syne.

And surely ye'1l be your pint stowp!
and surely i'll be mine!
and we'll tak a cup o' kindness yet,
for auld lang syne.
for auld, &c.
We twa hae run about the braes,
and pou'd the gowans fine;
but we've wander'd mony a weary fit
sin' auld lang syne.
for auld, &c.
We twa hae paidl'd in the burn,
frae morning sun till dine;
but seas between us braid hae roar'd
sin' auld lang syne.
for auld, &c.
And there's a hand, my trusty fere!
and gie's a hand o' thine!
and we'll tak' a right gude-willie waught,
for auld lang syne.
for auld, &c.
 
Esta canción la cantabamos todas las noches al irnos a la cama, en el campamento al que nos mandaban en verano, en Villefranche de Rouergue, Francia, con otra letra en francés que tenía que ver con nuestra vida allí.  Y he creido que para despedir el año era la adecuada.  ¡¡Feliz Año Nuevo!!

martes, 18 de diciembre de 2012

A una Paloma

Palomita blanca,
vidalitá,
de ojito rosado,
antes te cantaba,
vidalitá,
como enamorado.

Palomita linda,
vidalitá,
palomita triste,
qué poco te queda,
vidalitá,
de lo que antes fuiste.

Palomita flaca,
vidalitá,
de piquito hambriento,
todas las plumitas,
vidalitá,
te las llevó el viento.

Es un viento malo,
vidalitá,
es un viento frío,
te dejó sin plumas,
vidalitá,
y el buche vacío.

Palomita zonza,
vidalitá,
de piquito bobo,
cuidá de tu nido,
vidalitá,
que anda suelto el lobo.

Pobre palomita,
vidalitá,
de vuelo perdido,
si no le hacés frente,
vidalitá,
te deshace el nido.

Palomita linda,
vidalitá,
palomita fea,
aprontá el piquito,
vidalitá,
para la pelea.

Palomita enferma,
vidalitá,
de alita quebrada,
si no sacás fuerzas,
vidalitá,
te quedás sin nada.

Palomita negra,
vidalitá,
de piquito rojo,
crecé, palomita,
vidalitá,
sácale los ojos.

Crecé tus alitas,
vidalitá,
crecé el corazón,
crecé, palomita,
vidalitá,
y volvete halcón.


lunes, 17 de diciembre de 2012

Angélica

 
 
Angélica, cuando te nombro,
me vuelven a la memoria
un valle, pálida luna en la noche de abril,
y aquel pueblito de Córdoba.

Si un águila fue tu cariño,
paloma mi pobre alma;
temblando, mi corazón en tus garras sangró
y no le tuviste lástima.

No olvidaré cuando en tu Córdoba te vi
y tu clavel bajo los árboles robé,
Mis brazos, fueron tu nido; tu velo: la luz
de la luna entre los álamos.

Tus párpados, si por instantes
te vuelven los ojos mansos,
recuerdan, cuando en el cielo de pronto se ve
que nace y muere un relámpago.

La sábana, que sobre el suelo
se tiende cuando la escarcha,
no es blanca como la tímida flor de tu piel,
ni fría como tus lágrimas.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Le tengo rabia al silencio


Le tengo rabia al silencio
por todo lo que perdí.
Que no se quede callado
Quien quiera vivir feliz.

Un día monté a caballo,
Y en la selva me metí,
Y sentí que un gran silencio
Crecía dentro de mí.

Hay silencio en mi guitarra
Cuando canto el yaraví,
Y lo mejor de mi canto
Se queda dentro de mí.

Cuando el amor me hizo señas,
Todo entero me encendí.
Y á fuerza de ser callado,
Callado me consumí.

Le tengo rabia al silencio
Por todo lo que perdí,
Que no se quede callado
Quien quiera vivir feliz.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Tu que puedes vuelvete

Soñé que el río me hablaba
Con voz de nieve cumbreña
Y dulce, me recordaba
Las cosas de mi querencia.

Tu que puedes, vuélvete
Me dijo el río llorando
Los cerros que tanto quieres
-me dijo-
allá te están esperando.


Es cosa triste ser río
Quién pudiera ser laguna
Oír el silbo del junco
Cuando lo besa la luna.

Qué cosas más parecidas
Son tu destino y el mío
Vivir cantando y penando
Por esos largos caminos.


jueves, 13 de diciembre de 2012

El arriero

 
 
En las arenas bailan los remolinos,
el sol juega en el brillo del pedregal,
y prendido a la magia de los caminos,
el arriero va, el arriero va.

Es bandera de niebla su poncho al viento,
lo saludan las flautas del pajonal,
y animando la tropa par esos cerros,
el arriero va, el arriero va.

Las penas y las vaquitas
se van par la misma senda.
Las penas son de nosotros,
las vaquitas son ajenas.


Un degüello de soles muestra la tarde,
se han dormido las luces del pedregal,
y animando la tropa, dale que dale,
el arriero va, el arriero va.

Amalaya la noche traiga un recuerdo
que haga menos peso mi soledad.
Como sombra en la sombra por esos cerros,
el arriero va, el arriero va.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

EL payador perseguido

Con permiso via a dentrar
aunque no soy convidao,
pero en mi pago, un asao
no es de naides y es de todos.
Yo via cantar a mi modo
después que haiga churrasquiao.

No tengo Dios pa pedir
cuartiada en esta ocasión,
ni puedo pedir perdón
si entuavía no hei faltao;
veré cuando haiga acabao;
pero ésa es otra cuestión.

Yo sé que muchos dirán
que peco de atrevimiento
si largo mi pensamiento
pal rumbo que ya elegí,
pero siempre hei sido ansi;
galopiador contra el viento.

Eso lo llevo en la sangre
dende mi tatarabuelo.
Gente de pata en el suelo
fueron mis antepasaos;
criollos de cuatro provincias
y con indios misturaos.

Mi agüelo fue carretero,
mi tata fue domador;
nunca se buscó dotor
pues se curaban con yuyos,
o escuchando los murmullos
de un estilo de mi flor.

Como buen rancho paisano
nunca faltó una encordada,
de ésas que parecen nada
pero que son sonadoras.
Según el canto y la hora
quedaba el alma sobada.

Mi tata era sabedor
por lo mucho que ha rodao.
Y después que había cantao
destemplaba cuarta y prima,
y le echaba un poncho encima
"pa que no hable demasiado..."

La sangre tiene razones
que hacen engordar las venas.
Pena sobre pena y pena
hacen que uno pegue el grito.
La arena es un puñadito
pero hay montañas de arena

No sé si mi canto es lindo
o si saldrá medio triste;
nunca fui zorzal, ni existe
plumaje más ordinario.
Yo soy pájaro corsario
que no conoce alpiste.

Vuelo porque no me arrastro,
que el arrastrarse es la ruina;
anido en árbol de espina
lo mesmo que en cordilleras
sin escuchar las zonceras
del que vuela a lo gallina.

No me arrimo así nomás
a los jardines floridos.
Sin querer vivo alvertido
pa' no pisar el palito.
Hay pájaros que solitos
se entrampan por presumidos.

Aunque mucho he padecido
no me engrilla la prudencia.
Es una falsa experiencia
vivir temblándole a todo.
Cada cual tiene su modo;
la rebelión es mi cencia.

Pobre nací y pobre vivo
por eso soy delicao.
Estoy con los de mi lao
cinchando tuitos parejos
pa' hacer nuevo lo que es viejo
y verlo al mundo cambiao.

Yo soy de los del montón,
no soy flor de invernadero.
Soy como el trébol pampero,
crezco sin hacer barullo.
Me apreto contra los yuyos
y así lo aguanto al pampero.

Acostumbrao a las sierras
yo nunca me sé marear,
y si me siento alabar
me voy yendo despacito.
Pero aquel que es compadrito
paga pa' hacerse nombrar.

Si alguien me dice señor,
agradezco el homenaje;
mas, soy gaucho entre gauchaje
y soy nada entre los sabios.
Y son pa' mi los agravios
que le hagan al paisanaje.

La vanidá es yuyo malo
que envenena toda la huerta.
Es preciso estar alerta
manejando el azadón,
pero no falta el varón
que la riegue hasta en su puerta.

El trabajo es cosa buena,
es lo mejor da la vida;
pero la vida es perdida
trabajando en campo ajeno.
Unos trabajan de trueno
y es para otros la llovida.

Trabajé en una cantera
de piedritas de afilar.
Cuarenta sabían pagar
por cada piedra polida,
y era a seis pesos vendida
en eso del negociar.

Apenas el sol salía
ya estaba a los martillazos,
y entre dos a los abrazos
con los tamaños piegrones,
y por esos moldejones
las manos hechas pedazos.

Otra vez fui panadero
y hachero en un quebrachal;
he cargao bloques de sal
y también he pelao cañas,
y un puñado de otras hazañas
pa' mi bien o pa' mi mal.

Buscando de desasnarme
fui pinche de escribanía;
la letra chiquita hacía
pa' no malgastar sellao,
y era también apretao
el sueldo que recibía.

Cansao de tantas miserias
me largué pal Tucumán.
Lapacho, aliso, arrayán,
y hacha con los algarrobos.
¡Por dos cincuenta! Era robo
pa' que uno tenga ese afán.

Sin estar fijo en un lao
a toda labor le hacía,
y ansí sucedió que un día
que andaba de benteveo
me topé con un arreo
que dende Salta venía.

Me picó ganas de andar
y apalabré al capataz,
y ansí, de golpe nomás
el hombre me preguntó:
¿Tiene mula? Cómo no
le dije . Y hambre, de más.

A la semana de aquello
repechaba cordilleras,
faldas, cuestas y laderas
siempre pal lao del poniente,
bebiendo agua de virtiente
y aguantando las soleras.

Tal vez otro habrá rodao
tanto como he rodao yo,
y le juro, creameló,
que he visto tanta pobreza,
que yo pensé con tristeza:
Dios por aquí no pasó.

Se nos despeñó una vaca
causa de la cerrazón,
y nos pilló la oración
cueriando y haciendo asao;
dende ese día, cuñao
se me gastó mi facón.

Me sacudí las escarchas
cuando bajé de los Andes,
y anduve en estancias grandes
cuidando unos parejeros;
trompeta, tapa y sombrero,
pero pa' los peones, de ande.

La peonada, al descampao,
el patrón, en Güenos Aires.
Nosotros, el cuello al aire
con las caronas mojadas,
y la hacienda de invernada
más relumbrosa que un fraile.

El estanciero tenía
también sus cañaverales,
y en los tiempos otoñales
juntábamos los andrajos,
y no íbamos p'abajo
dejando los pedregales.

Allí nos amontonaban
en lote con otros criollos,
cada cual buscaba un hoyo
ande quinchar su guarida,
y pasábamos la vida
rigoriaos y sin apoyo.

Faltar, no faltaba nada:
vino, café y alpargatas.
Si habré revoliao las patas
en gatos y chacareras.
Recién la cosa era fiera
al ir a cobrar las latas.

¡Qué vida más despareja!
Todo es ruindad y patraña;
Pelar caña es hazaña
del que nació pal rigor.
Allí había un solo dulzor
y estaba adentro e'la caña.

Era un consuelo pal pobre
andar jediendo a vinacho.
Hombres grandes y muchachos
como malditos en vida,
esclavos de la bebida
se lo pasaban borrachos.

¡Tristes domingos del surco
los que yo he visto y vivido!
Desparramaos y dormidos
en la arena amanecían,
a lo mejor soñarían
con la muerte o el olvido...

Riojanos y santiagüeños,
salteños y tucumanos,
con el machete en la mano
volteaban cañas maduras,
pasando sus amarguras
y aguantando como hermanos.

¡Rancho techao con maloja,
vivienda del peleador!
En medio de ese rigor
no faltaba una vihuela,
con que el pobre se consuela
cantando coplas de amor.

Yo también, que desde chango
unido al canto crecí,
más de un barato pedí
y pa'los piones cantaba.
¡Lo que a ellos les pasaba
también me pasaba a mí!

Cuando yo aprendí a cantar
armaba con pocos rollos.
Y en la orilla de un arroyo
bajo las ramas de un sauce,
crecí mirando en el cauce
mis sueños de pobre criollo.

Cuando sentí una alegría;
cuando el dolor me golpió;
cuando una duda mordió
mi corazón de paisano,
desde el fondo de los llanos
vino un canto y me curó...

En esos tiempos pasaban
cosas que ya no pasan.
Cada cual tenía un cantar
o copla de anochecida.
Formas de curar la herida
que sangra en el trajinar.

Algunos cantaban bien.
Otros, pobres, más o menos...
Mas no eran cantos ajenos,
aunque marca no tenían.
Y todos se entretenían
guitarreando hasta el desvelo.

Por ahí se allegaba un maistro,
de esos puebleros letraos;
juntaba tropa y versiaos
que iban después a un libraco,
y el hombre forraba el saco
con lo que otros han pensao.

Los peones formaban versos
con sus antiguos dolores.
Después vienen los señores
con un cuaderno en la mano,
copian el canto paisano
y presumen de escritores.

El criollo cuida su flete,
su guitarra y su mujer;
siente que enfrenta un deber
cada vez que da la mano;
y aunque pa'todo es baquiano
sólo el canto ha de perder.

¡Coplas que lo acompañaron
en las quebradas desiertas,
aromas de flores muertas
y de patriadas vividas,
fueron la luz encendida
para sus noches despiertas!...

Se aflije si se le pierde
un bozal, un maneador,
pero no siente furor
si al escucharle una trova,
viene un pueblero y le roba
su mejor canto de amor.

De seguro, si uno piensa,
le halla el nudo a la madeja,
porque la copla más vieja,
como la raíz de la vida,
tiene el alma por guarida,
que es ande anidan las quejas.

Por eso el hombre al cantar
con emoción verdadera,
echa su pena p'ajuera
pa que la lleven los vientos,
y ansí, siquiera un momento
se alivia su embichadera.

No es que no ame a su trova
ni que desprecie su canto.
Es como cuando un quebranto
en la noche de los llanos
hace aflojar al paisano
y el viento le lleva el llanto.

En asuntos del cantar,
la vida nos va enseñando
que sólo se va volando
la copla que es livianita.
Siempre caza palomitas
cualquiera que anda cazando...

Pero si el canto es protesta
contra la ley del patrón,
se arrastra de peón a peón
en un profundo murmuyo,
y marcha al ras de los yuyos
como chasque en un malón.

Se pueden perder mil trovas
ande se canten quereres,
versos de dichas, placeres,
carreras y diversiones;
suspiros de corazones
y líricos padeceres.

Pero si la copla cuenta
del paisanaje la historia,
ande el peón vueltea la noria
de las miserias sufridas,
ésa, se queda prendida
como abrojo en la memoria!

Lo que nos hizo dichosos
tal vez se pueda olvidar;
los años en su pasar
mudarán los pensamientos.
Pero angustias y tormentos
son marcas que han de durar...

Estas cosas que yo pienso
no salen por ocurrencia.
Para formar mi esperencia
yo masco antes de tragar.
Ha sido largo el rodar
de ande saqué la alvertencia.

Si uno pulsa la guitarra
pa cantar coplas de amor,
de potros, de domador,
de la sierra y las estrellas,
dicen : ¡Qué cosa más bella!
¡Si canta que es un primor!

Pero si uno, como Fierro,
por ahíi se larga opinando,
el pobre se va acercando
con las orejas alertas,
y el rico vicha la puerta
y se aleja reculando.

Debe trazar bien su melga
quien se tenga por cantor,
porque sólo el impostor
se acomoda en toda huella.
Que elija una sola estrella
quien quiera ser sembrador...

En el trance de elegir
que mire el hombre p'adentro,
ande se hacen los encuentros
de pensares y sentires.
Después que tire ande tire,
con la concencia por centro.

Hay diferentes montones,
unos grandes, y otros chicos.
Si va pal montón del rico
el pobre que piensa poco,
detrás de los equivocos
se vienen los perjudicos.

Yo vengo de muy abajo,
y muy arriba no estoy.
Al pobre mi canto doy
y así lo paso contento,
porque estoy en mi elemento
y ahí valgo por lo que soy.

Si alguna vuelta he cantao
ante panzudos patrones,
he picaneao las razones
profundas del pobrerío.
Yo no traiciono a los míos
por palmas ni patacones.

Aunque canto en todo rumbo
tengo un rumbo preferido.
Siempre canté estremecido
las penas del paisanaje,
la explotación y el ultraje
de mis hermanos queridos.

Pa que cambiaran las cosas
busqué rumbo y me perdí;
al tiempo, cuenta me dí
y agarré por buen camino.
¡Antes que nada, argentino;
y a mi bandera seguí...!

Yo soy del norte y del sur,
del llano y del litoral;
y naide lo tome a mal
si hay mil gramos en el kilo.
Ande quiera estoy tranquillo
pero ensillao, soy bagual.

El cantor debe ser libre
pa desarrollar su cencia.
Sin buscar la convenencia
ni alistarse con padrinos.
De esos oscuros caminos
yo ya tengo la experiencia.

Yo canto, por ser antiguos
cantos que ya son eternos;
y hasta parecen modernos
por lo que en ellos vichamos.
Con el canto nos tapamos
para entibiar los inviernos...

Y no canto a los tiranos
ni por orden del patrón.
El pillo y el trapalón
que se arreglen por su lado
con payadores comprados
y cantores de salón.

Por la fuerza de mi canto
conozco celda y penal.
Con fiereza sin igual
más de una vez fui golpiao,
y al calabozo tirao
como tarro al basural.

Se puede matar a un hombre.
Pueden su rostro manchar,
su guitarra chamuscar.
¡Pero el ideal de la vida,
esa es leñita prendida
que naide ha de apagar!

Los malos se van alzando
todo lo que hallan por ahí;
como granitos de maíz
siembran los peores ejemplos,
y se viene bajo el templo
de la decencia del país.

Detrás del ruido del oro
van los maulas como hacienda;
no hay flojo que no se venda
por una sucia moneda;
mas, siempre en mi tierra queda
gauchaje que la defienda.

Cantor que cante a los pobres
ni muerto se ha de callar.
Pues ande vaya a parar
el canto de ese cristiano,
no ha de faltar el paisano
que lo haga resucitar.

El estanciero presume
de gauchismo y arrogancia.
El cree que es extravagancia
que su peón viva mejor.
Mas, no sabe ese señor
que por su peón tiene estancia.

Aquel que tenga sus reales
hace muy bien en cuidarlos;
pero si quiere aumentarlos
que a la ley no se haga el sordo.
Que en todo puchero gordo
los choclos se vuelven marlos.

Una vuelta, sin trabajo,
andaba por Tucumán,
y en una fonda, ande van
cantores de madrugada,
me acerqué pa la payada
que siempre ha sido mi afán.

Aunque extrañando la monta
me le apilé a un instrumento.
Y al cabo de algún momento
le di puerta a una baguala,
con una coplita rala
de esas que llevan los vientos.

Tal vez fuera la guitarra.
¡Tan lindo como sonaba!
Mi corazón remontaba
tristezas de los caminos,
y lo maldije al destino
que tantas penas me daba.

Un hombre se me acercó
y me dijo : ¿Qué hace acá?
Viaje pa la gran ciudad
que allí lo van a entender;
áhi tendrá fama, placer
y plata pa regalar.

¡Para qué lo habré escuchao!
¡Si era la voz del mandinga!
Buenos Aires, ciudá gringa,
me tuvo muy apretao.
Tuitos se me hacían a un lao
como cuerpo a la jeringa.

Y eso que no vine pobre
pues traiba alpargatas nuevas.
Las viejas pa cuando llueva
en la alforja las metí;
un pantalón color gris
y un saco tirando a leva.

Saltando de radio en radio
anduve, figuresé.
Cuatro meses me pasé
en partidas malogradas;
naide aseguraba nada,
y sin plata me quedé.

Vendí mis lindas alforjas.
Mi guitarra, ¡la vendi!
En mi pobreza, ay de mí,
me hubiera gustao guardala.
¡Tanto me ha costao comprarla
Pero, en fin todo perdí!

¡Vihuela, dónde andarás,
qué manos te están tocando.
Noches enteras pensando
siquiera como consuelo,
que sea un canto de este suelo
lo que te están arrancando...!

Cuando el máiz está en barbecho
luce un color brillantón;
las hebras, como un nailón
presumen con sus lindezas.
Pero agachan la cabeza
si las agarra el carbón.

Igual me pasaba a mí
en aquellos tiempos idos;
joven, fuerte, presumido,
y cuando se acabó el queso,
volví en un triste regreso
poblada l'alma de olvidos.

Cosas de la juventud...
¡Malhaya, dónde andarás!
Aura que estoy bataraz
de tanto cambiar el pelo,
recuerdo aquellos develos
pero no miro p'atras.

Me volví pal Tucumán
nuevamente a padecer.
Y en eso de andar y ver
se pasarán muchos años
entre penas, desengaños,
esperanzas y placer.

Mas, no jué tiempo perdido,
asegún lo ví después.
Porque supe bien como es
la vida de los paisanos.
De todos me sentí hermano,
del derecho y del revés.

Siempre recuerdo los tiempos
en que guapiando pasé,
los cerros que atravesé
buscando lo que no hallaba,
y hasta a veces me quedaba
por esos campos de a pie.

La vida me fué enseñando
lo que vale una guitarra;
por ella anduve en las farras
tal vez hecho un estropício,
y casi me agarra el vicio
con sus invisibles garras.

Menos mal que llevo adentro
lo que la tierra me dio.
Patria, raza o que sé yo,
pero que me iba salvando,
y así, seguí caminando
por los caminos de Dios.

Pero como en la payada
bien llamada contrapunto
no acaba en esto el asunto
sino que debe seguir,
algo mas debo decir
en la cuestión de los puntos.

Yo no consegui aclarar,
y no me explico el motivo,
tres puntos consecutivos
que algunos suelen usar.
¿Alguien me puede explicar
estos puntos suspensivos?

martes, 11 de diciembre de 2012

Caminito de España

Por un camino de España,
camina mi corazón,
antes no se conocían,
ahora son amigos los dos.

Por un camino de España,
camina mi corazón.

A veces bajo la luna,
como una conversación,
entre el mar y los pinares,
va cantando el corazón.

A veces bajo la luna,
como una conversación.

Habla de pampas lejanas,
de unos aromos en flor,
de algún caballo perdido,
que en esas tierras quedó.

Habla de pampas lejanas,
de unos aromos en flor.

Como en los libros sagrados,
hay un tiempo de sazón,
vivían sin encontrarse,
hoy son amigos los dos.

Un corazón argentino,
y un caminito español.

El camino nunca es triste,
lo entristece la canción,
si el caminante le cuenta,
sus desvelos, su pasión.

El camino nunca es triste,
lo entristece la canción.

El día en que se separen,
que no se digan adiós,
el camino en su paisaje,
y sin rumbo el corazón.

El día en que se separen,
que no se digan adiós.
Hermoso amor sin olvido,
es la amistad de los dos.

Hermoso amor sin olvido,
es la amistad de los dos.

De un corazón argentino,
y un caminito español.

De un corazón argentino,
y un caminito español.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Los ejes de mi carreta

 
 
Porque no engraso los ejes
Me llaman abandona'o...
Si a mi me gusta que suenen,
¿Pa qué los quiero engrasaos?

Es demasiado aburrido
seguir y seguir la huella,
demasiado largo el camino
sin nada que me entretenga.

No necesito silencio.
Yo no tengo en qué pensar.
Tenía, pero hace tiempo,
ahura ya no pienso más.

Los ejes de mi carreta
nunca los voy a engrasar.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Piensa en mí

 
 
Si tienes un hondo penar
piensa en mi
si tienes ganas de llorar
piensa en mi

ya ves que venero
tu imagen divina
tu párvula boca
que siento tan niña
me ensenio a pecar

Piensa en mi
cuando sufras
cuando llores
también piensa en mi

Cuando quieras
quitarme la vida
no la quiero
para nada
para nada
me sirve
sin ti

Piensa en mi
cuando sufras
cuando llores
tambien piensa en mi

Cuando quieras
quitarme la vida
no la quiero
para nada
para nada
me sirve
sin ti

Piensa en mi
cuando sufras
cuando llores
tambien piensa en mi

Cuando quieras
quitarme la vida
no la quiero
para nada
para nada
me sirve
sin ti

viernes, 7 de diciembre de 2012

Llorona

 
 
No se que tienen las flores llorona
las flores del campo santo.
No se que tienen las flores llorona
las flores del campo santo.

Que cuando las mueve el viento llorona,
parece que estan llorando.
Que cuando las mueve el viento llorona,
parece que estan llorando.

Hay de mi llorona, llorona tu eres mi xulca
Hay de mi llorona, llorona tu eres mi xulca

Me quitaran de quererte llorona,
pero de olvidarte nunca.
Me quitaran de quererte llorona,
pero de olvidarte nunca.

A un Santo Cristo de fierro llorona,
mis penas le conte yo.
A un Santo Cristo de fierro llorona,
mis penas le conte yo.

Cuales no serian mis penas llorona,
que el Santo Cristo lloro.
Cuales no serian mis penas llorona,
que el Santo Cristo lloro.

Hay de mi llorona, llorona que un campo lirio.
Hay de mi llorona, llorona que un campo lirio

El que no sabe de amores llorona
no sabe lo que es martirio.
El que no sabe de amores llorona
no sabe lo que es martirio.

Dos besos llevo en el alma llorona
que no se apartan de mi.
Dos besos llevo en el alma llorona
que no se apartan de mi.

El ultimo de mi madre, y el primero que te di.
El ultimo de mi madre, y el primero que te di.

Hay de millorona, llorona llevame al rio.
Hay de millorona, llorona llevame al rio.

Tapame con tu reboso llorona,
porque me muero de frio.
Tapame con tu reboso llorona,
porque me muero de frio.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Luz de Luna

 
 
Yo quiero luz de luna
para mi noche triste
para soñar divina
la ilusión que me trajiste
para sentirte mía, mía tú
como ninguna
pues desde que te fuiste
no he tenido luz de luna
pues desde que te fuiste
no he tenido luz de luna
si ya no vuelves nunca
provincianita mía
a mi senda querida
que está triste y está fría
en vez de en mi almohada
lloraré sobre mi tumba
pues desde que te fuiste
no he tenido luz de luna
pues desde que te fuiste
no he tenido luz de luna
yo siento tus amarras
como garfios, como garras
que me ahogan en la playa
de la farra y el dolor
y siento tus cadenas a rastras
en mi noche callada
que sea plenilunada
y azul como ninguna
pues desde que te fuiste
no he tenido luz de luna
pues desde que te fuiste
no he tenido
luz de luna.



miércoles, 5 de diciembre de 2012

Volver, Volver

 
 
Este amor apasionado
anda todo alborotado por volver.
Voy camino a la locura
y aunque todo me tortura, sé querer.

Nos dejamos hace tiempo
pero me llegó el momento de perder.
Tú tenías mucha razón;
Le hago caso al corazón
Y me muero por volver.

Y volver volver volver
a tus brazos otra vez;
Llegaré hasta donde estés;
Yo sé perder, yo sé perder;
Quiero volver, volver, volver.
(repite)

martes, 4 de diciembre de 2012

La nave del olvido



Espera.
Aun la nave del olvido no ha partido.
No condenemos al naufragio lo vivido.
Por nuestro ayer, por nuestro amor, yo te lo pido.

Espera.
Aun me quedan en mis manos primaveras
para colmarte de caricias todas nuevas
que moririan en mis manos si te fueras.

Espera un poco, un poquito mas,
para llevarte mi felicidad.
Espera un poco, un poquito mas.
Me moriria si te vas.

Espera un poco, un poquito mas,
para llevarte mi felicidad.
Espera un poco, un poquito mas.
Me moriria si te vas.

Espera.
Aun me quedan alegras para darte.
Tengo mil noches de amor que regalarte.
Te doy mi vida a cambio de quedarte.

Espera.
No entendera mi mañana si te fueras,
y hasta te admito que tu amor me lo mintieras.
Te adorara aunque tu no me quisieras.

Espera un poco, un poquito mas,
para llevarte mi felicidad.
Espera un poco, un poquito mas.
Me morira si te vas.

Espera un poco, un poquito mas,
para llevarte mi felicidad.
Espera un poco, un poquito mas.
Me morira si te vas.

lunes, 3 de diciembre de 2012

¡Qué te vaya bonito!



Ojala que te vaya bonito,
ojala que se acaben tus penas;
que te digan que yo ya no existo,
que conozcas personas mas buenas;
que te den lo que no pude darte,
aunque yo te haya dado de todo,
nunca mas volvere a molestarte;
te adore, te perdi, ya ni modo.

Cuantas cosas quedaron prendidas
hasta dentro del fondo de mi alma,
cuantas luces dejaste encendidas
yo no se como voy a apagarlas.

Ojala que mi amor no te duela
y te olvides de mi para siempre,
que se llenen de sangre tus venas
y que la vida te vista de suerte;
yo no se si tu ausencia me mate,
aunque tengo mi pecho de acero;
pero nadie me diga cobarde,
sin saber hasta donde te quiero.

Cuantas cosas quedaron prendidas
hasta dentro del fondo de mi alma,
cuantas luces dejaste encendidas
yo no se como voy a apagarlas.

Ojalá, y que te vaya muy bonito...

domingo, 2 de diciembre de 2012

Se me olvidó otra vez

 
Probablemente ya
de mi
te has olvidado.
Y mientras tanto yo,
te seguire esperando.

No me querido ir
para ver si algun dia
que tu quieras volver
me encuentres todavia.

Por eso aun estoy
en el lugar de siempre,
en la misma cuidad,
y con la misma gente,
para que tu al volver
no encuentres nada extrano
y sea como hayer
y nunca mas dejarnos.

Probablemente estoy
pidiendo demasiado.
Se me olvidaba que
ya habiamos terminado,
que nunca volveras,
que nunca me quisiste.
Se me olvido otra vez
que solo yo te quise.